El edén guaraní

El vyrá(pájaro)campana repiquetea surcando los aires,
mientras se respira el aroma de las todas flores.
Los habitantes no tienen en su semblante bronca,
ni vive pensando en su vida; que tal vez será trunca.
Aún nadie paga por acampar a orillas de los ríos,
pero cuidado de los yarará peligros y sombríos,
que se esconde camuflado en los oscuros ÿvÿravÿ.
También aun abundan jabalíes, que es el: curé caavÿ.
En las chimeneas de las cabañas se ve humareda
por llegar lo ante posible, el jinete levanta polvareda,
pues el cielo dibuja notificando que hay chipaguazú,
(que es la sopa paraguaya) o tal vez chipa quezú.
Nadie se imagina el placer de andar pescando pirá verá í
o por qué no un hermoso, casi gigantesco surubí.
A las orillas de los arroyos cuántas naturalezas se vive,
les puedo asegurar, pues lo disfruta quien esto escribe.
En la selva hay frutas silvestres, que es ajeno la civilización,
guavirá, pacurí, guabiyú, ñangapirÿ, ÿvaporoi, a elección.
En estado salvaje hay azucena, pasionaria o, murucuyá.
Los cocos paraguayos son diminutas bolitas se llama: mbocayá
La yerba mate, es árbol originario de la selva guaraní
con qué también se prepara el, tereré roÿsämimbí.
Tanto valores descocido en la raza guaraní se destaca,
los gringos solamente conocen sus: ahopoí y su hamaca.
Autor: Alcibíades Noceda Medina