Ay vino dulce, que sabor tan lisonjero tienes,
!Tal ¡, que con gusto acepto la alegría que me dés,
vino dulce; dulce es tu aroma y sabor,
que al beberte, haces de bastón desinhibidor.
Pero amargo te vuelves cuando detienes,
el efecto que en la mente sostienes,
aunque al irte lo real está volviendo,
y en la sociedad, mala actitud estás dejando.
Más vale poder con fuerzas aguantar,
que después tener un pesar,
por la conducta que dejemos a los demás.
Por lo tanto vino dulce, no te quiero más,
dejame con penas o alegrías ponderar,
los momentos que la vida nos pueda tratar.
JLM