Nació entre montañas,
de cúspides nevadas,
a orillas de eso lago de aguas azuladas.
Corren cual torrente de mar enfurecido
golpeando su oleaje en la orilla,
acunando la hermosura de su naturaleza.
Acompañan el crascitar de las gaviotas
y el ulular del viento que envuelve.
Existe allá en el sur eterna fragancia a lavanda.
Amor verdadero, rociado por nevadas
a veces intensas, como ese sentimiento.
El viento blanco trae aliento.
La lluvia baña renovando la pasión.
Los templados y luminosos rayos del sol
envuelven y acarician, para que siempre esté
en ese lugar de hechizo y bonanzas.
El se acicala majestuoso.
Ella es su mágico sostén.
junto a dos adonices de frutos que nacieron
de esa unión sincera y creciente.
Pasan los años y el amor perdura,
porque los puso la vida
en el sitio indicado dos corazones amantes.
Perpetuó el sortilegio y el encanto,
dado por la fuerza de las altas montañas
y el susurro del lago que acuna.
¡Amor del sur!
Fuerte como la roca,
bello como el arco iris.
Los días estables de su persistencia,
en ese lugar donde se mantienes,
bajo el abrigo del hogar soñado. Mecha Foderé