Algún día, amor,
cuando las flores no tengan color
y el trigo no tenga espigas,
algún día, vida mía,
cuando el mar no contenga sal
y los ríos corran sin destino.
Cuando llegue ese día,
yo seguiré a tu lado
para ser color de tu flor
y espiga de tu trigo.
Cuando llegue ese día,
te seguiré llevando al mar,
y entre la arena salada,
te explicaré que ya no hay
ríos azogados, que tú serás
mi orilla y yo tu destino,
y desde nuestros besos,
caricias y abrazos
tumbados en la arena
en esa playa varada,
zarparemos mar adentro
en nuestra nave del recuerdo,
donde mi voz oirás decir:
amarte quisiera hasta el final
tu eres mi despertar.
Te quiero Hoy y Eternamente,
Amor Mío.
Enrikt