Ella se fue entre sombras hasta el mar,
donde dibujó con su pie una señal,
entre la arena mojada podía leerse:
“en cuerpo y alma tuya para siempre”.
Ella se calzó sonriendo a la nada,
aun con restos de arena en los pies,
húmeda y fría, satisfecha se marcha,
porque su señal en la playa queda reflejada.
Él entre sombras abandona y escapa,
buscando una señal que le devuelva la confianza,
y paseando medio inconsciente,
llega hasta una desierta playa.
Él mira el mar, el cielo,
apenado no encuentra aliento,
tan solo las huellas de unos pies,
que sobre la arena mojada marchan.
Ellos ya no se hablan, no se miran,
no discuten, no se abrazan,
lo ultimo que compartieron,
fue la ola que él miraba,
llevándose la señal que le dejó su amada.