Señor, debes saber que hay un ladrón
en la mesa, me pide honestidad,
y agarrando el mejor plato el bribón,
me propone comer con humildad.
-No me seas tacaño y dame vino-
me reprocha el cretino charlatán,
así mientras se llena el intestino
con sigilo me quita todo el pan.
Le pregunto, señor: ¿usted trabaja?
y contesta : ¿ currar yo ? qué sofoco.
Como y bebo y descanso en buena paja.
Yo "gobierno" hablo mucho y doy bien poco.
Pues caramba, menudo porvenir,
le digo a ese mago con chistera:
-no te quejes, lo mío si es sufrir-
-necesito comprar otra cartera-.
!Dios, qué cruz,! un gandul se sienta en mesa,
mientras come, promete dar trabajo,
marchará con estilo a la francesa,
y tú y yo, comeremos sopa de ajo.
Padre: nunca te fíes de ese diablo,
porque miente al decir que "por mi lucha".
Es de un ruin filisteo de quien hablo,
del político que habla más que escucha