De la desesperación del que confía.
Del desanimo que a veces inunda el alma.
De la desilusión de quien aguarda y no ve su sueño concebido.
Del pesimismo que por momentos todo lo evapora.
Del quien sin poder luchar se siente derrotado.
Del que intuye lo mejor y es desahuciado.
De la desmoralización en que quieren encerrarme,
Desde allí, y frente a todo, esta el vigor y la ilusión.
La confianza en la promesa hecha.
La fe inagotable por superar los contratiempos.
La expectación por ver lo que acontece.
El optimismo de quien sabe que en la perseverancia esta el milagro.
Milagro, que pido a gritos me concedan,
por ver si de una vez mi vida entera, la entrego por amor a quien me ama.
Y vivo la pasión junto al deseo, entregado por siempre y para siempre a quien me espera.
Esta vez, por Dios te lo suplico, concédeme mi amor lo que mas amo.
Y lléname de dicha y alegría, viniendo junto a mí, junto a mi lado.
Y si mis suplicas se pierden con el viento y no logro tener mi sueño amado,
Dame de tu mano, mi amor o con un beso, la pócima que deje sin sentir el alma que te adora,
Y así soñando con la tibieza de tus labios, emprender el camino hacia la nada.
J.G.L.