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Ante ese hermoso cantar, sutil de pajarillos,
Ante esa leve penumbra
que aclara sigilosa,
Ante ese tenue rayo
de astro que se posa,
Ante esa calma surge tu encanto en estribillos.
Como una gran cancion
que para siempre palpita,
Como un faro de ilusion,
que rutilante nos mira,
Como la vela airosa
que con el viento se gira,
Para seguir, para guiar, cuando el velero se agita.
Alli estas, en cada hermoso recuerdo que se arrima,
En cada aroma sensual,
de brisa, fulgor y madrugada,
Como acompanante fiel
en cada sinfonica manana.
Llega tu imagencon esa gracia infinita que nos mima,
Con esa voz que se interna, desde siempre como aliada,
Para aclamar, para avivar,
muy escoltante se hilvana.
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