Recuerdo tu nombre en el silencio de la mañana, susurrando como mariposas que danzan en tu vestido boreal, espejismo tu risa implacable y poderosa, entre sombras dejan perpleja mi mirada.
Sentimientos a flor de piel flotan entre burbujas de colores, salpicadas de amor eterno, nostalgias disfrazadas de entrega, brotan minuciosamente en mi pecho que yace lentamente por tu ausencia.
Escribo en mi diario cada gesto y palabra, cada lagrima de felicidad y melancolía, más la tristeza se apodera de mi, solo es una aventura pasajera, diluida en el olvido, presente en mis sueños.
Sigo recordando cada instante que pasé contigo, mientras pinto esas mariposas de tu vestido, mientras vuelan en mi mente, aún tengo la certeza de que la esperanza existe en mi corazón, sé que llegará el momento de oírte decir: te quiero amor mío y estaré siempre a tu lado.