He pedido al cielo olvidarle, y no puedo.
He pedido a los ángeles le acompañen en su duelo.
He pedido a Dios repose la verdad
y la quietud en su desvelo
que sus días sean llenados de calma,
paz, y sosiego.
He pedido a Cristo le haga saber que hay algo, que falta y renovaría su ser
He pedido a las estrellas que le digan,
que tras ellas hay algo más que ruegos por hacer.
Que hay un tercer cielo donde se escuchan sus lamentos, sus pecados, su sentir,
que se abre para él
con un corazón humilde para gemir.
He pedido al padre se muestre con amor y poder,
al dar a conocer que todo él
es reflejo de su imagen fiel,
de allí que sea único y valioso ser.
Así que amado mío solo queda por preguntarte,
¿Acaso crees que aún hay enemigo que no se pueda vencer?