Cuatro miradas...y un capuccino italiano,
dejos de una tarde de placeres y de encuentros,
y en cada trivialidad tus dedos en mis manos
el fino candor de los bellos argumentos,
mujer que a mis mitades, las juntas cuando quieres
sin el perjuicio de dolerme ni un solo tejido,
que por mi sufres y hasta por mi mueres!
me llegan tus diáfanos, sentires y latidos,
Cuatro miradas, un silencio y el inmenso
oscilar del tiempo, urgido de respuestas,
la belleza de tus ojos y el pasatiempo
de amarte en el silencio y no sabes como me cuesta!