Sal de tu escondrijo,
alguien te está llamando,
ha callado el viejo llanto
entre los olivos nuevo canto,
meciendo tus cabellos
bajo tus pies se encuentra el mundo,
son viejos senderos,
tú nuevo peregrino,
lleva tus ojos al cielo
cristalinos como océanos,
cálido sol nuevo,
no abarca tu susurro
sino la brisa al infinito,
horizonte no hay ocaso,
un sueño en tu regazo,
ya que incierto es el futuro
el destino entre tus manos,
eternidad en nuestros labios,
campos que vivimos antaño,
cada mañana un nuevo día:
cada día sigue siendo un motivo.