Por lo demás, hermanos, os rogamos
y exhortamos en el Señor Jesús, que
de la manera que aprendisteis de
nosotros cómo os conviene conducirnos
y agradar a Dios, así abundéis más y más.
Porque ya sabéis qué instrucciones os
dimos por el Señor Jesús; pues la
voluntad de Dios es vuestra santificación;
que os apartéis de fornicación; que
cada uno de vosotros sepa tener su
propia esposa en santidad y honor;
no en pasión de concupiscencia,
como los gentiles que no conocen
a Dios; que ninguno agravie ni engañe
en nada a su hermano; porque el Señor
es vengador de todo esto, como
ya os hemos dicho y testificado.
Pues no nos ha llamado Dios a
inmundicia, sino a santificación.
Así que, el que desecha esto, no
desecha a hombre, sino a Dios, que
también nos dio su Espíritu Santo.
Pero acerca del amor fraternal no
tenéis necesidad de que os escriba,
porque vosotros mismos habéis aprendido
de Dios que os améis unos a otros;
y también lo hacéis así con todos
los hermanos que están por toda
Macedonia. Pero os rogamos, hermanos,
que abundéis en ello más y más;
y que procuréis tener tranquilidad,
y que procuréis tener tranquilidad,
y ocuparos en vuestros negocios, y
trabajar con vuestras manos de la
manera que os hemos mandado, a fin
de que os conduzcáis honradamente
para con los de afuera, y no
tengáis necesidad de nada. TESALONICENSES 4:1-12