Verdades que nos duelen en vastos territorios
aquellos que ocupamos en torno a nuestros días,
verdades que imaginan el vínculo al oprobio
situaciones vanas, incesantes armonías.
Verdades absolutas, inquietas, parecidas
rozan lo infinito que casi nos perduran,
verdades que recorren lo directo de la vida
azotan nuestro tiempo con frases inmaduras.
Y pasan cerca nuestro, devuelven sus enojos
parecen ignominias desiertas de frescura,
verdades que nos duelen, nos pegan en los ojos
nos lloran y nos rozan, y casi nos perduran.