Vive obscura como la violeta
yo te traeré en un beso otra flor,
y rasgaré las nieblas que no falte el sol,
que ilumine mi alegría.
Yo crucé el seno de la Tierra,
sorprendí los secretos de la fecundidad,
conozco los fenómenos de sus entrañas,
donde germinan las futuras creaciones...
Yo soy el aire
que mueven los ángeles
con sus alas inmensas
al cruzar el espacio.
Traigo el amanecer
con sus alas doradas,
y la lluvia de perlas
sobre las flores.
Soy el suspiro del VIENTO.
Tú me acaricías,
cuando dormida,
estoy fatigada por el llanto.
Después de recorrer por el oro mundano
las minas inagotables,
después de correr por lechos de plata
y saltar por zafíros y amatistas.
Arrastro en vez de arenas, diamantes
y rubíes, rico con un poder
con las ocultas virtudes
de las piedras preciosas.
Voy a ofrecerte por la fuerza
del conjuro, el poder de un talismán,
la virtud de las siete piedras
y la de los siete colores.
CARMINA 29/5/2007