Fuente cristalina de caricias,
Fragancia embriagadora de almas,
Ojos seductores de miradas,
Labios ladrones de besos prestados...
Y mil Rosas Negras,
Y hallarte frente a mi...
Y llorar al volver a la realidad...
Maldecir al darme cuenta de que nada era verdad...
Pero tejeré mis fantasías en realidad,
Y romperemos los esquemas de la vida,
Y desafiaremos al viento que nos separa,
Y robaré entonces tus besos en dulce crueldad,
Y desgarraré tus ojos en miradas de amor,
Y secaré la fuente para beber de tus caricias hasta la saciedad,
Y enfrascaré tu fragancia para que no marchite jamás...
Y otras mil Rosas, en la noche,
Te voy a regalar...
Pero hoy, cariño, esta vez,
Todo será verdad...
Y deslizaré mi dedo por tu boca suavemente,
Y cerraré los ojos al sentirte latente.
Y susurraré entonces en tu oído:
"Nunca dejaré de Quererte"