Me siento exageradamente deprimido,
inundan mi recamara tanta lágrima,
ya no se ni lo que soy ni lo que he vivido,
y mis escritos ya no tienen ritmo ni rima.
No me importa si se ríen todos de mi,
pero me duele que señalen mis defectos,
quisiera huir y ya no estar aquí,
como si ellos fueran perfectos.
Me siento exageradamente triste,
mis palabras delatan mi sentir,
no sonrío ni con un buen chiste,
me he dedicado a sufrir.
No me importa si critican mis palabras,
pero duele que ignoren mi presencia,
quisiera callar, pero en su ausencia,
no me queda más que tantas lágrimas.
Me siento exageradamente solo,
a veces me duele ser como soy,
pero aunque no sepa ni adonde voy,
mañana, seguramente, me sentiré mejor.