Se diluye en inviernos la tarde
y van desvaneciéndose casas de barro y palmeras
a borde de río,
Trueno de nubes desgasta el cielo en aguas hasta mis ojos,
no hay caballos en lejanía,
menguan medallas de sol y pájaros visten árboles de trinos dormidos,
la canoa esta escondida en tormenta,
el sonido de las cosas tiene adioses de campanas
tras una iglesia en ruinas,
cuelgan las enrredaderas de los muros partidos,
¡¡cuánto resplandor de imagen empuña mi alma
para salvarse,!!
este pecado de adoración en tus brazos mujer
cuando el pueblo es ceniza,
me vas tragando lluvia tu ser
hasta devorarme
avanza canoero en retrato de sombras donde todo se aníquila,
solo tú mujer eres el milagro en el huracan de barcas perdidas.