Estos años convividos, dando oídos
a los ecos de violines y trompetas,
al verdor de los frutos percibidos
y al arrope lentamente entre grietas.
Estos años en que el agua de la lluvia
se colaba haciendo mella en nuestro bosque;
en que mi alma, como el árbol florecido,
peregrina de tu verbo se hizo nombre.
Estos años, primaveras deshojadas,
renunciantes a sus pétalos dispersos
y a los ecos de las noches trasnochadas,
se desnudan inquietos entre estos versos.
Estos años, envueltos en flamígera galera
que, surcaron velozmente a campo abierto,
me cubrieron con tu rosa primavera
y han dejado tu impronta como acento.
Porque eres…
El agua de la lluvia que humedece a la tierra,
llega hasta el árbol que, florece y da fruto,
y arropa a nuestro amor venciendo a nuestra guerra.
Este poema está dedicado para mi amado esposo, Fernando, por nuestro aniversario de bodas.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!