Vida que llegas cada día,
cual sol de medio día,
que revistes de colores los anhelos,
que un día te fueron dados,
desde el fondo de un corazón enamorado.
Vida que te encuentras,
en el ocaso de las esperanzas perdidas,
que buscas renacer cada día,
invocando los más sutiles sentimientos,
de aquellos que un día,
encontraron la dicha que al tenerte te domina.
Vida que al devenir de los días,
te haces más pesada o más ligera,
que renuevas las ideas del sentir y del ser,
del aquellos que no supieron ser,
lo que un día les fue regalado.
Vida que en tu ocaso,
llegas como una ráfaga de viento
que te llevas el halo divino al infinito y
vuelves a continuar tu ciclo,
para dar nuevamente nacimiento,
a las esperanzas de una nueva vida.