En mi mundo de versos, A poca horas de una elecciòn. ¡Este pueblo tan extenso! indignados,con razón. Amenazas con tanquetas y presos, son los nervios de una revolución. Que sus huesos llorosos, pintan un mal rojo tarjetón. El agua rebosa el vaso. Se acaba la teta y cordòn. Amor con hambre no dura, y asi el pueblo lo vivío. ¡Anda regalando lavadora! para no sentir que murío. Una derrota tan segura, como la miseria que dío. Pero la semilla madura, ¡Ya es tiempo mi Dios! acabar con tantas amarguras, y gritarle ya su Adios. Ya nadie anda dormío, ¡Mi pueblo ya amanecío! en la aurora del cambio, En su alba de amor. Y en cada corazón desconocido, nace la esperanza y la flor. Por los campos floridos, estrellas y vida mejor. Solo te pido Dios mio, Que nos bendiga ¡Por favor! SOL.