Quién pudiera decirme,
cuando estás triste y
poderme acercar a ti,
cuando más lo necesites.
Quién pudiera decirme,
cuando lloras por la noche,
no puediendo dormir,
y así demostrarte cuanto te amo.
Quién pudiera decirme,
cuando callas y te agitas,
esperando una respuesta que nunca llegará,
cómo poderte ayudar mi amor.
Quién pudiera decirme,
tus miedos y tus debilidades,
para poderte apoyar y comprenderte más aún,
y no dejarlo en el silencio, como suele pasar.
Amar es compartir, estar en el momento preciso,
sacrificar el yo, por el nosotros,
pensar en el hoy y olvidar el ayer,
el reconocer nuestras fallas y superarlas juntos.