Me gustaría tener una túnica
De algas de plata
Y dejar escapar una risita.
Encontrar bajo el mar,
Que la lluvia es seca
Como un hueso viejo.
Me gustaría saber de unas cuantas palabras,
Que puedan emprender el vuelo,
Y surcar la habitación
Con sonoros aleteos
Para ir a posarse en la mesa,
Donde las sombras vienen a bailar,
Saltando a la pata coja;
Con un pie, luego con otro.
Me gustaría que las palabras
Se alzaran en vuelo,
Y en el revoloteo se posaran
En la barandilla de hierro.
Me gustaría que las palabras,
Fueran acertijos y trucos mágicos,
Que compraran su libertad,
Quizá hasta que me enseñaran a reír,
En la tormenta de un viento huracanado,
Observando como las olas
Engullecen a las piedras.
Sin embargo estoy tan lejos,
De lasmareas y tormentas de otoño,
Que estoy erizando las telas de lágrimas,
Que fabrican su propia piel.
Ha llegado el momento
De zarpar de esta roca desolada,
De este islote de ultra tumba
Y esperar que la lluvia que está seca
Debajo de este mar,
Brille como la púrpura
Cuando una insólita lágrima
Peregrine del océano
Y quede balizada en las piedras.
Entre neblinas, pasea un cometa,
Bajo el reflejo del mar,
Como si fuera un espejo de ancho espectro,
Que viaja entre las sombras de las olas,
Y queda apresada en las crestas
Que chocan con las rocas.
Y el viento nocturno
Sopla como un vendaval,
Como si quisiera que la rojez
Que transporta el cometa
Fuera la sangre de antiguos dragones
Que se extinguieron
Por la lluvia seca, bajo este mar.
En el cielo brilla, rojo, malévolo,
Un dragón de piedra.
Chapotean en la orilla dos niños,
Que nacieron de un mismo vientre,
Que se esparcieron por las estrellas,
Bajo el reflejo cristalino del mar.
Sin embargo estoy tan lejos,
De donde nace la tristeza
Y se compara con la realidad,
Que al ponerse en la boca,
Al soltarlas tras un grito
Vuelan muy alto, como los cometas,
Y dejan tras de sí una estela,
Un junco de letras
Que bajo el mar, la lluvia sigue seca.