Cada vez que salgo a mi jardín
Recuerdo aquel aroma a nardos...
Que embargaba el frente de la casa de mi infancia
Y vienen a mi, imágenes borrosas...
Donde se ven aquellas hermosas rosas
Que mi madre plantaba allí en su jardín, al lado de unas rocas
En ese jardín de mi niñez
Donde jugué tantas veces,
Entre lirios y amapolas...
Recuerdo...que más de un centenar de veces
Escuchaba y observaba, absorta completamente,
El rítmico va y ven de las mariposas
Y el zumbar de las abejas,
Recolectando el preciado néctar,
De aquellas preciosas rosas...
Y si en un día de suerte
Un colibrí me encontraba
Yo de tonta intentaba
Contar...cuántas veces batía él sus alas...
Otras veces...por la húmeda grama
Descalza yo me paseaba
Claro siempre atenta a la llegada
De mi querido papá...
Pues si descalza me encontraba
(Aunque él casi nunca me pegaba)
¡buen regaño si me daba!
Pues él siempre pensaba...
Que yo siempre, por eso me enfermaba...
Si...yo era muy enfermiza
(y aun lo soy)...
Pero a mi pesar, ya no debo ser escurridiza
Pues papi ya no está para regañarme...y ya no huyo de prisa...
En ese inmenso jardín de mi infancia
Había dos grandes y frondosos pinos..
Que apuntalaban
Hacia el porche de la casa...
¡que grande era!
Lo sustentaban 7 columnas redondeadas
Y grandes jardineras cargadas de calas, begonia y otras plantas
Lo bordeaban y engalanaban...
Pero ya coexiste más esa casa...
Sólo la guardo en mi imaginación...
Recuerdo que en una ocasión
Hubo que cambiar toda la grama,
Pues esta que para ustedes relata,
Una fuerte alergia desarrollaba...
A aquella matita rastrera
De flores bien amarillas
Pero que no recuerdo hoy en día
Cómo se denomina...
Pero a mi...no me importaban las ronchas,
Ni la picazón...
¡Yo era feliz entre aquellas plantas!
Contando pétalos...
Deshojando ramas...
Espiando abejas...
Soñando en calma...
Recuerdo uno de esos sueños...
Recuerdo que soñaba...
Que en jardines de palacio,
Un príncipe en un corcel blanco
A mi me visitaba...
Dulce,
Hermoso
Y educado...
Tierno,
Hábil...
Valeroso...
Y sólo un grito
(Super furioso)
De mi madre...
Evitaba aquel beso tan fogoso...
¡Elizabeth!, ¡Elizabeth!
Dónde estará esa niña,
Que no viene a ayudarme en la cocina...
Jajajajajajaja
Y esta enfurecida princesa...
A regañadientes acudía
(Con su gran nobleza),
A ayudar a su mami linda
En la vulgar cocina!
jajajajaja