Y aún hoy yo me acuerdo de aquellos guerreros del infierno, aquellos que decían que eran los putos amos, reyes de capos, los que controlaban el guarapo. Y al tiempo y al paso, enterrados por su propio egocentrismo, su estado de bravo, de chulapo. Estadista sin vista preparado a lo malo sin considerar al amigo al hermano. ¿Estudiantes a gángsters? Una mierda, maleantes que andan ambulantes como una farmacia andante. A delincuente. No aprobaste. Elemento claro con aprobado de parasito. Dame, dame, que labia compadre. Yo si, yo si, ya tu sabes. Cobarde. Tinito la Calma.