Hoy decidí sentarme,
en el medio de la calle,
poner cemento en mi mente,
observar todo, aunque me espante.
Mirar el suelo y su gente,
debilidades humanas,
la delincuencia, las muertes,
las realidades urbanas.
Los colectivos que pasan,
ya no me hacen nada,
estoy clavada en la calle,
como si fuera una estaca.
Las cosas que allí suceden
no son nada agradables,
la gente es indiferente,
y hay muchos que sufren hambre.
No respetan los semáforos,
a nadie le importa nada,
parece que hasta los pájaros
huyeron en bandada.
Pobre ciudad desolada,
la que construyen los hombres,
las realidades urbanas,
¡y cada vez hay más pobres!
Yo no sé hacerla corta,
por más que esté estancada,
es tanto lo que me importa,
que no alcanza una mirada.
Elsa Fariña
08/01/2004