Voy a tu lado como lo hago cada noche,
para poder hacerte volar con tus,
sentidos, como aquella gran nube, que recala sobre el azul cielo y
como siempre en ese apacible,
manantial tuyo que se protege
entre tus suaves y sedosos muslos.
Abro tus tersos muslos todo lo mas,
que ellos permiten y acoplo mi cara, entre los dos muslos y ahora es,
cuando comienzo a sentir esas,
maravillosas sensaciones de,
humedad que ha emanado tu sexo, para así pueda saborear tus aguas,
las cuales hacen su deliciosa,
mezcla entre tus flujos y tu jugos.
Ahora emergen cuan ríos de miel,
por tu loca y nostálgica ansiedad de,
placer producido por tu excitación,
cuando suavizo con mis labios,
los placeres de tu sexo en tu cuerpo,
te paso sensualmente mi lujuriosa y
alocada lengua por todo tu clítoris,
que espera la humedad de mi lengua y
ya esta erecto y deseoso por recibir,
mi lengua afrodisiaca y lujuriosa.
Desde los labios mojados de tu sexo,
con sabores y aromas excepcionales,
de los cuales al sentirlos sobre mi boca,
siento que todo mi cuerpo pierde,
las nociones y los sentidos que me,
vuelven loco de deseo por sentir,
el contacto de tu cavidad vaginal,
en mi virilidad y entrando dentro de,
ti siento esa exquisita humedad de,
tu sexo que te penetro deslizándose,
mi pene el solo sin tener que empujar.
Mientras mi pene recorre su camino,
por el interior de tu sexo muy ardiente, tú te revuelves y te hago volver,
como loca de placer y comienza tú,
cuerpo a coger una postura que,
tu espalda se arquea de pasión,
gimes una y otra vez en espera, de llegar hasta el orgasmo perfecto y
terminar en la culminación,
el éxtasis más bello del amor.