Miro al espejo y veo aquel hombre que soñó,
Un sueño que jamás se cumplió,
Que vivió deseando añoranzas futuras,
Perdiéndole el respeto a la propia vida.
Miro mi reflejo y veo aquel muchacho,
Donde en lo profundo de su alma, llora las pena de
ese sueño que jamás se cumplió.
Cuando la luz se apaga en mi cuarto,
Y mi cabeza recostada sobre la almohada recuerda,
Veo el pasado y siento el presente.
Deseo aquello que me falta,
Que de tanto esperar me hizo añicos.
Ya con el tiempo en mis zapatos, me doy cuenta que
todo pasa, aquello termino,
Solo queda el presente,
Lo de hoy.