Recuerdo ese día tan especial,
cuando mi corazón te conoció,
que fue cuando tú entraste dentro
de mi corazón, en ese momento fue,
cuando mi corazón se enamoro y
me embeleso tu belleza.
Viendo la alegría y el destello de tus ojos,
que desprendían cuando los míos te miraban,
entonces fue cuando me dije:
que de mi corazón enamorado,
jamás te dejaría salir del.
Desde entonces nunca pude olvidar,
esa bella y dulce mirada tuya,
tu boca tan sensual me volvía loco y
al ver esa deliciosa sonrisa tuya,
me di cuenta que Dios te hizo para destacar,
entre todas las mujeres.
Mi mente y mis deseos, solo pensaban en
poder posar mis labios sobre los tuyos y
así poder dejar el más dulce,
maravilloso y largo beso de amor,
con ansias también quiero que incites,
mis labios, a libar el sabor de sal.
Somos dos amantes perfectos,
almas unidas por un deseo de amor y
pasión, con enormes ganas de descubrir,
nuestros cuerpos desnudos y
unidos nuestros deseos y pasiones,
poder beber nuestras esencias, licuadas,
por nuestros más dulces placeres del amor,
al ritmo complaciente de nuestros corazones.
Quiero sentir tu piel mojada y palpitante,
por el sudor y la excitación,
de nuestros cuerpos desnudos y unidos,
pidiendo a mis manos que recorran tus bellos y
sensuales pliegues de tu cuerpo sin ningún pudor,
que encuentren los puntos más dulces y
precisos del placer y del amor.