Cuando el DIA se va tornando gris,
Las cosas comienzan
A perder su brillo y se van opacando,
El silencio comienza a llenar espacios
Y los ruidos se van acallando,
Todo parece ir muriendo,
Mientras la oscuridad
Va ocupando lugares y surgiendo
De pronto, entre nubes de asfalto
Una nueva y brillante luz
Parece renacer,
Puedo ver, que brilla esplendorosamente
Y amorosamente,
Como flotando se mueve hacia mi,
De una sonrisa siento el reír,
Entonces levanto mi mirada, me mira, la miro
Y el fuego de sus ojos
Hasta mi alma parece derretir,
La beso, me besa y su dulce y tibio sabor,
Una vez más y para mi,
Como el licor, se deja gustar
Quiero entonces volver a besarla
Y sus labios, con su húmeda y exquisita tibieza
A mi boca sedienta, comienza a calmar,
Entonces quiero más de ti
Y sin pudor, beso tus mejillas,
Tus parpados y tú frente, tú boca,
Tus pechos surgentes
Y tú piel, esa piel que afiebrada,
Húmeda de sudor y caliente,
Ante mis labios parece derretirse,
Entonces te abrazo, te recorro
Y nuestros cuerpos, sedientos de amor
Comienzan a unirse,
Me abrazo a tú cintura
Y me inclino ante tú dulce, provocativa
Y ardiente estrechez,
Que se abre para mí,
Mostrándose altiva
Pero a la vez deseosa,
Como una fruta exótica y lujuriosa,
Que solo por mis labios,
Acepta ser saboreada,
La beso, mordisqueo y saboreo,
Hasta que estrellas de plata
Aparecen de ti, para humedecerme
De amor puro, entonces ya duro
Con esa rigidez que le pertenece,
Quiero amarla y profanarla,
Hasta que mojada de amor
Me moje de si, mientras que yo
Enamorado y apasionado,
Tú cáliz de dulce amor
Llene otra vez de mí.
Ricardo.