Bullen las ideas a orillas de febrero
enardecidas al encontrar fuerte su eco,
aparentemente castas de un te quiero,
tentadas por la lujuria que por lo místico;
Recóndito pensar casi egoísta, rima
incansable y en palabras se derrama
zafado sobre blancas y planas fantasías,
¡cuando no son cantos, son tristes agonías!
Quebrar lo que con defecto esta atado,
conlleva establecer relación más sólida,
igual pudiese quien la vida ha odiado
nacer de nuevo con conciencia límpida,
tranquila y en lozanos júbilos invicta;
Encausar quiero los crudos sinsabores
rápido y lejos, evitando sombríos desamores
o lo nuestro llegaría a relación incierta.
Razono como no dejaré de adorarte
siendo tú el nido tejido entre las ramas
de mis manos, que necesita quien le cante
también a los polluelos, lindos y alegres temas.