Cuando los sentimientos se transforman en palabras que desnudan el alma de quien las expresa, nace la poesía; sutil y lírica, alocada y precisa, contundente y melancólica.
Estos son mis escritos, los que deseo jamás queden guardados en un cajón, por que son como yo, inquietos, hiperquinéticos, llenos de cosas que quisiera gritar y se atoran en mi garganta, para no dañar, para no lastimar; pero que plasman la realidad de mi sentir en cada segundo de mi vida, en cada alegría, ilusión o desengaño; por ello es que si algún día los tienes en tus manos léelos tal cual los escribí y enrédate en mis pensamientos, recién en ese momento te darás cuenta de cómo la vida nos somete a diferentes emociones, casi conflictivas, que pueden llegar a dominar la mente más brillante y llevarlo a la más horrenda locura, la de querer ser un poeta en un mundo frío y sin sentimientos; pero sigue mi ejemplo y no te acobardes, después de leerme, toma tu lápiz y tu hoja y escribe tus sentimientos más profundos, ya que de esta manera seremos dos los locos, y de a poco poblaremos el mundo de bellas poesías y quizás quien te dice, con tanta gente escribiendo, ya no halla quien fabrique fusiles ni cañones.