Los caminos recorridos, durante todos mis años,
me han enseñado la dicha, el dolor y el desengaño.
La dicha es lo más bello, es el poder siempre amar,
el sentir que hay un camino, libré para transitar,
donde encuentras personas que te saben apreciar
y compartes el cariño, la confianza y la amistad.
El dolor es el que sientes, cuando nace una traición,
que te hiere tan intenso, que te mata la ilusión,
logrando que sufra el alma y se marchite el amor.
El desengaño lo tengo en mi pecho aprisionado,
causado por el dolor y nunca ha de ser curado.
Los caminos recorridos, durante todos mis años
me han enseñado la dicha, el dolor y el desengaño.
LUZ MARINA MARTIN
CARACAS
25 DE JUNIO DE 2005.
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