Volverá el otoño peregrino
agarrado sin remedio a una poesía,
volverán las nubes con telarañas
al jardín marchito de la nostalgia,
el duende oculto que trae la magia
con la frescura más consentida,
la paz despierta que traen los besos,
¡aquel abrazo de mediodía!,
el sin vivir de no mirarnos
en el verso de una noche poseída,
los pétalos de la rosa presumida,
silencios de nadie que el aire trajo
para quedarse en una esquina,
volverá arañando el desvarío
¡loco de amor si tú me miras!,
el roce de la piel en tu resina,
volverá el recuerdo retirado
en una playa con melodías,
¡volverá la locura cautiva!
en los amantes después del día,
volverán tus ojos enamorados
¡junto a las hojas caídas!. campanilla