Esos tus ojos, que con tanto amor me miraron,
ahora se pierden, soñando en el pasado…
ya no canta el corazón, a la cercanía de tu presencia,
ahora se adormece… de esta soledad cansado…
mi alma llora, y muere… con el frio de tu cruel ausencia.
Estas presente en las horas de mi vida…
pero no habito más tu pensamiento,
nuestras miradas dejaron de encontrarse
nuestros labios secos como un desierto…
nuestros cuerpos… no se buscan más para amarse.
Y en el silente suspiro de este grito callado,
se hace largo y triste tu recuerdo
que hiere fuerte dentro de mi pecho.
Sin tregua veo pasar el tiempo
que inmutable se lleva mi sosiego,
mi mirada se pierde en la nada
y mi voz se ahoga en el silencio.