Los lazos que nos unen de por vida,
son algo mucho más que un simple beso,
son cosas imborrables, y por eso,
el alma, aunque se empeñe, nunca olvida.
Son rastros de ansiedad adormecida,
vestigios de un amor doliente y preso,
que acaso, por amar con tanto exceso,
murió tras una pronta despedida.
Acaso aquel amor que nos tuvimos,
aquel, que ya hace tiempo no sentimos,
renace, cada día aunque olvidemos.
Pues ya que en los intentos del olvido,
seguro estoy, mi amor, recordaremos,
aquel amor lejano que ha partido. (2006)