Los abuelos estan juntos
desde hace ya.no lo se.
Por lo menos 50 años
desde aquel día en que
una niña y un muchacho
echaron a andar la vida
con amor, ganas, con fe,
y emprendieron un camino
muy duro de recorrer.
Está tejiendo la abuela,
con sus lanas al crochet
y se detiene y lo observa
al abuelito José
que embelesado la mira
como esa primera vez.
Una lágrima le rueda
a la abuela. Y el cortez
le pone en su frente un beso,
¡Vieja!.¡Vieja!.no llores.
¡Segui tejiendo otra vuelta!
porque cuando vos tejes,
estas tejiendo tu vida.
Y no te quiero perder.
¿Te acordas vieja aquel día
cuando jóvenes? tal vez
con nuestra carga de sueños
y mil cuestas a vencer
le apostamos a la vida
y a nuestro inmenso querer?
Aqui estamos realizados
y nuestro ejemplo de bien
le dejamos a los hijos
y a nuestros nietos tambien.
¡No me llores!.Vamos vieja
que es la hora de comer
y si los chicos te miran
van a decir que tal vez
estas enferma y el médico
te van a querer traer.
Y abrazados los abuelos
sin quererse desprender
se quedaron largo rato
recordando aquel ayer
tan lejano, y tan presente
que los hace estremecer,
cuando piensan que el camino
que les falta recorrer,
es un bonus que la vida
les ha dado, y sin querer,
van llegando a los 90
y les cuesta comprender
por qué parejas de ahora
no son como las de ayer.
Se casan y al poco tiempo
ya no encuentran más que hacer.
En la vida de los abuelos
Catalina y don Jose,
rindo un sublime homenaje
a todos aquellos que
con amor y con cariño
han sabido comprender
que de a dos todo es más fácil.
Es lo que habrá que entender.
Propongo a todos un brindis.
¡POR CATALINA Y JOSE!
Con estos sencillos versos, he querido rendir un homenaje a todos los abuelos del mundo. Yo a los míos no los conocí, pero al ver tantos viejitos que a veces van de la mano, rebalsando amor y felicidad, me dieron la inspiración para dedicarles humildemente este homenaje.
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