Tuve una niñez linda, alegre y placentera,
Sin muchos lujos, pero amor por dondequiera.
Quise vivir con ilusiones y fantasias,
Pero el sistema existente, me lo impedía.
Mi adolescencia fue una locura,
Fiestas, teatros, playas, de todo hubo.
De mis romances, fueron novelas,
De esas que terminan en primavera.
Hubieron flores, poemas y canciones,
Esas que pintan el amor de colores,
mi corazón sufrió, algunos desengaños,
esos, que duelen más en esos años.
Mis ideales causaron muchos problemas,
Pues fue imposible, luchar contra ese sistema,
Que reprimía a todo cubano,
Que no aprobara su trato inhumano.
Siento soy historia de noches de miedos,
Cuando traté de acabar con ese veneno,
Saliendo a gritar en las calles,
Mi descontento con esa barbarie.
Ahora me encuentro lejos de mi patria,
Llena de ideales y voces apagadas,
Queriendo ver al final del camino,
Esa libertad, por la que tanto hicimos.
Solo le pido a mi dios, que un día vea,
A mi bella Isla libre de imnominias,
Ver a mis hermanos por sus calles libres,
Y así bien felíz, poder yo morirme...
“Para ti mi bella Isla, donde deje mi corazón”
Cubabella