Para mi hija.
Con tus sueños vivaces, de princesa
y la magia de los quince en tus rincones,
ries dormida y a veces te cuesta
creer como vives dentro de estas ilusiones.
Con tus manos doradas tocas el viento
y abrazas la pasiòn de adolescente,
mientras comienzas a mostrar ese sentimiento
que reinarà tus dìas en este presente.
Con ese candor que surge de la nada
atrapas verdades de niña y de doncella,
y tus ojos cálidos asombran con miradas,
ingenuos testigos que acompañan tus estrellas.
Y hoy mi niña, mujer estàs creciendo,
trepando estos quince primeros peldaños,
aunque para mí seguirás viviendo
es esa cuna que te mecía, en tus primeros años.