“Yesterday,
All my troubles
Seemed so far away.”
-The Beatles-
Sobrevivo a la noche,
es solo otro inútil amanecer.
a fuerza de costumbre
abro los ojos, pero la luz ya no es tan clara;
me trae bosquejos
de lo que fueron mis sueños,
pero que hoy son menos que nada;
de nuevo la resaca.
de esta sobriedad ¡tan gastada!
Lentos mueren más segundos,
y yo tan sólo, sigo aquí ¡vivo!
y soportando este frío;
ahora aguzo el oído
pero no hay más que un sonido,
no se si lo escucho.
o si quizá, lo imagino
es un quedo suspiro
de mí resignado destino.
No huele a tristeza
tampoco a soledad
solo es la mórbida ligereza,
de mi monótona humanidad,
el apestoso aroma
de la vida, y la saciedad;
también una incipiente. maloliente,
suciedad.
Como siempre, mi áspero pelo
con su terquedad,
buscando siempre al cielo,
y no la sobriedad,
mi piel algo seca,
palpa con torpe brusquedad,
y acaricia al recuerdo
que dejó en mi cuerpo
la soledad.
Una sensación seca y amarga
cubre, mi lengua
y mi paladar
otro somático reflejo,
de otro mal despertar;
tengo sed de venganza
que no puedo calmar
y que tampoco
me deja de lastimar.
Es otro maldito despertar.
Un día más que soportar,
con su amplia, pero restringida posibilidad.
otro delimitado camino por andar,
con la promesa de otro tropezar.
Me levanto, respiro. hondo, muy hondo
porque se. que como este.
otros muchos aún. han de faltar.