Corolas es tu cabellera, en la noche adorna tu cuna,
tanto tiempo esperé que despertase bella infanta,
el tiempo te cuida, de tu sueño inocente te levanta.
Sin embargo yo hallé tu nombre que cubrió la duna.
Te miro, estás en flor toda, eres reciente primavera,
la noche recoge tu aroma y perfuma la madrugada,
Tus labios rojos frutos de otoño con ansia deseada,
por ti rosa fragante mi vida entera estaba en espera.
Ahora te siento tan mía, hasta tanto la vida es mía,
más creo eso, cuando tu pelo se alborota sobre mí
mientras besa tu frente juvenil mis labios con frenesí.
Sedientas bocas se hallan, amares ya hay ambrosía.
En la fugaz vida sabanas tibias sabe de fugaz deseo,
mis manos descubre dos pétalos de rosa escondida,
el nido enmarañado es amor de dos almas ya fundida
en el afán sin nombre, tu sutil pequeña gloria poseo.
Autor: Alcibíades Noceda Medina