Te alcancé a ver a lo lejos
Como un punto lejano en el cielo
Y rodaron mil hormigas por mis pies
Cultivo a tiempo al reconocimiento de mi piel;
Te acercas con el paso del viento suave,
Lentitud eterna para el que quiere amarte
Y la aparente perpetuidad de mis ojos tristes
Con un brillo intenso de nuevo revive,
Lo que antes era un tono de voz apagado,
Furioso como huracán tu nombre ha gritado
Y aquellos prejuicios que circundaban mi mente
Fueron destrozados por La pasión de tenerte,
Y mis labios que eran cual arroyo seco
Le nace impetuosa la necesidad de un beso;
Mi pecho terreno árido sin cultivo
Por efectos injustos de la lluvia de amor su olvido;
Pero al ver de tu cercanía la brevedad
Violentamente le nace la sensibilidad,
Y en momentos de la tarde crepuscular:
Un encuentro con el pasado se ha de lograr,
De inmediato siento de un arroyo la corriente
Que corre por mis labios, suavidad latente,
Sentí en mi piel los efectos de un plumaje
Fusionado a un fuego abrasador en tu amarme,
Siento en mi pecho tu pasión encendida,
Fuego intenso es junto a la mía unida.
El tiempo pasa cual de tortuga su caminar,
El apogeo de nuestra pasión no parece acabar;
Pero toda la dulzura que caracterizó nuestro amor
Vi desvanecerse al salir el sol.
Todos los deseos que inundaban mi piel
Renacen cual sabor amargo de hiel.
Ese cuerpo que mi pecho estrechaba
Entre visiones y llantos, sólo vi la almohada.
Te amé y satisfice mi ardiente pasión ,
Pero en la vida los sueños, sueños son.