Ah,grandeza de rosa rumor de abejas cual panales
preciado jugo transparente y, cuelgan cual campanas.
Viéndola, juré ser como ellas y llenarte de mieles
cada tarde, antes que el sol se aleje de la ventana.
El zumbido de las abejas hará zum, zum en las rosas,
de las corolas robaran jaleas entretenidamente.
Al colorido del rededor se sumaran mariposas,
mientras te acerco agua cristalina de la fuente.
Entres la flores se camuflan tu cara y tus ojos marrones,
entonces de alegría te soltaré mis bandas de besos.
En mis abrazos transparentes tus risas serán canciones al tiempo que tus labios de flor y fresa alegra mi regreso.
Pienso que tal vez las rosas quedarían tristes en el rosal,
panales llenos de miel y diversos perfumes por doquier,
si por distraído no te corto una rosa en forma especial
y si al entregarte no te arrullo con mi más hondo querer.
El rosal sede de bonito tallo esencia de agradable olor,
de la madre naturaleza heredó y le añadió pureza,
cual encanto que me regalas tú, con dulzura y amor.
Así del campo vimos esplendor, llenándonos de grandeza.
Autor: Alcibíades Noceda Medina