Por ahí van danzando sus ojos rasgados,
Y trazan mientras avanzan una ilusión,
Quedarse los míos en su mirar plasmados,
Mientras le digo cuán grande es mi amor.
Por ahí vienen sus labios rojos matizados,
Y mientras los miro me impactan la razón,
Empiezo a creer que he vivido alucinando
Pues ya he tenido en mis labios su sabor.
Por ahí viene haciéndose más y más bella,
Coronando con la perfección de su silueta
La cara de un ángel que ha dejado su huella
Allí dónde mi sangre hierve y corre al corazón.
Por allí viene y poco a poco se sigue acercando,
Se acelera y se debilita de golpe mi respiración,
Y cuando por fin el camino hasta a mi ha terminado,
Me quedo callado, disfruto su aroma; doy gracias a Dios.