No me atrevo a hablarte,
No me atrevo a escribirte,
Sé que te has ido para siempre,
Y que ya no rondo por tu mente.
Sólo quería decirte que te deseo lo mejor,
Que en noches como las de hoy,
Continúas robándome el sueño,
Porque me pregunto cómo estarás,
Y me invento excusas de lo que soy.
Te agradezco todo cuanto me diste,
Todo cuanto me confesaste,
Te agradezco cada momento,
Cada silencio.
Ni siquiera amigos,
Pero no creas que me enojo por ello,
Te comprendo perfectamente,
Porque en la soledad de nuestros silencios,
Continuamos siendo,
Los amantes que nunca fuimos.
En su día hubiese gritado fuerte,
Hubiese llorado por tu amor,
Pero las lágrimas quedaron ahogadas,
Y ahora se refugian en sueños,
Y en fantasías que me satisfacen,
Veo tu sonrisa enamorada,
Y me conformo con que durante un tiempo,
Fui parte de tu vida...