Una Madre llora impotente
contemplando como su hijo carga la cruz,
un poco de agua,le refresca la frente,
y mira desconsolada hacia el cielo azul.
Un soldado la aparta de un empujón;
es mi hijo amado grita envuelta en lágrimas,
y sigue aquel hombre caminando entre latigazos,
trazas en sangre viva en su espalda.
Con una corona de espinas;
que se clavaban en su frente sangrante,
en cada paso iba dejando su vida
ante los ojos expectantes.
Y lloraba Magdalena de pasión,
mientras,a el derrotado en el suelo;
clavos atravesaban sus santas manos,
y lo alzaron a los cielos
en una cruz de madera crucificado.
Se abrió el cielo y empezó a rugir;
se había cometido un sacrilegio,
el hijo del hombre acababa de morir
victima de un cruel magnicidio. Jesus J.J.L