A la vuelta de una esquina, cualquiera
encontraré tu sonrisa volcada en la vereda,
sin mediar una palabra, tu mano rozará la mía
y juntos marcharemos por las calles de la vida.
Sin un te quiero, sin promesas,
sin decir palabras que parecerían vacías
por que brotan de ti en cada encuentro; en el calor de tu piel, a flor de labios en un beso,
o ya distante, en el aliento.
Con el aroma de flores de invernaderos,
o en anunciantes golondrinas, que surcando cielos
traen a cuestas la nueva primavera..
preparando al verano en celo
En la armonía de la tarde perfecta
vagaremos juntos, de la mano, pateando piedras,.
escollos de juguetes que nos entregan
para jugar los roles que nos da la vidas.
La misma vida, que a la vuelta de una esquina
me premió con soles de alegría, y la bendición inequívoca
¡que llegó desde muy arriba!
Edgardo Ruiz Beldarrain
01-10-09