Un hombre ardiente, quiere conocer
a una mujer, de blanca piel
nadie lo espera, nadie lo ve
solo se sabe, que intenta atraer.
Muchas mujeres, son su deseo
se llena de sueños de intentos por sexo
blancas mujeres, son para él
un gran bocadillo de sudor y piel.
Cuenta la historia, que el hombre ardiente
engaña a su victima con regalos y flores
ellas lo aceptan, por que ven hombriedad
lo que ellas no saben, que es por sexo no más.
Después del bocado o después de comer (je, je)
ellas le juran, amor solo a él
el hombre ardiente, no quiere entender
se ríe de ellas, y se vuelve a encender.
Mujeres que lloran, sin comprender
que el hombre ardiente, no puede querer
se juran señoras, de un hombre que es fiel
lo que ellas ignoran, que ese no es él.
Un hombre ardiente, se deja querer
engaña a mujeres con poesías de amor
mujeres ingenuas, se dejan amar
entregan a cambio, su virginidad.
Esta es la historia de un hombre que es fiel
fiel a su instinto, de sexo y placer.
Un hombre ardiente, puede cambiar
si encuentra a su amor deseado, por ella lo hará
un poeta ardiente como yo, ha encontrado el amor
y yo juro mis lectores, que este servidor ya cambio.