La maldad nunca duerme, y lo poco que puede nacer de una mente protervia, es odio, que se esconde bajo acciones y palabras, para calmar su gran herida de sentir frente a su cara mi indiferencia.
Soy un iceberg a conciencia, ya nada perturba mi alma, porque a años luz rebota su perversión, y mientras malgasta su tiempo en como destruir mi espiritu, yo... feliz de sentir alivio, porque mi interior vive en la luz y a toda bestia congelo, al someterlo a una temperatura lo suficientemente baja, hasta bloquearlo dentro de un cubo de hielo.
Nada de parte de su envilecimiento, puede opacar mi vida, porque hace mucho tiempo, que la felicidad y el amor, se instaló en mi corazón.
Lina
Lagodecristalesazules
28/03/2019
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