Los caminos yacen áridos
a nada se le ve esplendor,
la razón del ser humano
se a quebrado se ha perdido
entre austeros desafíos
y las manos amorosas
que nuestro Dios posó en nuestro
destino se han partido de dolor.
Los mares se han secado,
manantiales y ríos
han desaparecido
por falta de compresión,
el amor que poseíamos
en el corazón
se a tornado oscuro,
ya no luce en el alma
la ternura bondadosa
que salvaría
nuestro mundo del odio,
de guerras,y terror.
Mentes sin aliciente
se derrumban ante
la tristeza que se aferra
en los rincones desiertos
de nuestro corazón.
Miremos hacia el cielo
allí aparecerán los ojos
del todo poderoso,
nos mirará con pena,
con dolor,
porque no supimos apreciar
lo que él con tanto
amor nos otorgó,
nos olvidemos de que
el mundo donde existimos
Dios nos lo regaló,
para sembrar, bondad,amor
y compresión,
en cambio en vez de ternura,
hemos sembrado,
semillas de egoísmo,
materialismo,
olvidando que el espirítu
Sólo necesita Amor.
Intentemos reparar
este mundo del Dolor,
porque sus ojos
están derrotados,
de tanto observar
el daño causado
en corazones y almas
que se pierden
en la incompresión.